La ´U´ fue muy superior durante los 90 minutos y no tuvo problemas para volver a sumar otros tres puntos esta vez con una muy buena actuación de Nelson Pinto. En Cobreloa, al menos la tranquilidad que a Benítez no le hicieron la cama.
Generalmente cuando Cobreloa viene a la capital, es un rival de temer para cualquiera de los equipos grandes. Pero hoy, ni siquiera le hizo un poco de peso a Universidad de Chile que lo ganó de manera muy fácil goleándolo por 3 a 1.
Los azules no tuvieron que esforzarse demasiado, porque al frente el rival estaba con muy poca confianza y además con una actitud tan timorata que rara vez le disputó la hegomonía del partido a los laicos.
Los azules, controlando el mediocampo, de a poco comenzaron a adueñarse del juego, principalmente por la asocación entre Montillo y Estévez, la polifuncionalidad de Marco Estrada, la movilidad de Manuel Villalobos y el buen momento por el que pasa Nelson Pinto, que le da una variante muy interesante apareciendo en ataque y sumando volumen ofensivo.
De hecho, así fue que se abrió la cuenta cuando corría el minuto 38, tras una jugada comenzada por Estévez por la derecha que combinó con Villalobos que de forma muy inteligente y viendo que Pinto picaba por una orilla, alargó de primera con un vistoso taco: dejó sólo a Pinto que definió con un tiro raso que venció al portero prieto y provocó el primer grito de gol en la hinchada universitaria.
Premio justo para los azules, porque ya a esa altura eran muy superiores a Cobreloa, tanto así que minutos ants, el portero Prito ya había evitado la apertura de la cuenta al atajarle un penal a Vilalobos con un manotazo sencillamente extraordinario.
Generalmente cuando Cobreloa viene a la capital, es un rival de temer para cualquiera de los equipos grandes. Pero hoy, ni siquiera le hizo un poco de peso a Universidad de Chile que lo ganó de manera muy fácil goleándolo por 3 a 1.
Los azules no tuvieron que esforzarse demasiado, porque al frente el rival estaba con muy poca confianza y además con una actitud tan timorata que rara vez le disputó la hegomonía del partido a los laicos.
Los azules, controlando el mediocampo, de a poco comenzaron a adueñarse del juego, principalmente por la asocación entre Montillo y Estévez, la polifuncionalidad de Marco Estrada, la movilidad de Manuel Villalobos y el buen momento por el que pasa Nelson Pinto, que le da una variante muy interesante apareciendo en ataque y sumando volumen ofensivo.
De hecho, así fue que se abrió la cuenta cuando corría el minuto 38, tras una jugada comenzada por Estévez por la derecha que combinó con Villalobos que de forma muy inteligente y viendo que Pinto picaba por una orilla, alargó de primera con un vistoso taco: dejó sólo a Pinto que definió con un tiro raso que venció al portero prieto y provocó el primer grito de gol en la hinchada universitaria.
Premio justo para los azules, porque ya a esa altura eran muy superiores a Cobreloa, tanto así que minutos ants, el portero Prito ya había evitado la apertura de la cuenta al atajarle un penal a Vilalobos con un manotazo sencillamente extraordinario.
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