El delantero se retiro del fútbol en junio de 2008 y tras seis meses de análisis y reflexión, recordó los lindos momentos que le brindó este deporte y decidió volver. 'Tito' se confesó con Prensafútbol y entregó las razones que le hicieron retornar a la actividad.
Por Víctor Carriquiry C.
Termina el torneo de Apertura 2008. Un jugador no había tenido un buen semestre en Universidad Católica y daba a conocer una noticia sorpresiva: era Héctor Tapia, que con 30 años anunciaba su retiro del fútbol. A muchos les sorprendió el anuncio, pero él estaba seguro de su decisión.
Era el adiós de un jugador que de seguro fue ídolo y modelo a seguir para muchos niños que crecieron o vieron jugar a esa mítica selección Sub 17, tercera en el Mundial de Japón 1993. En dicha escuadra destacaron Manuel Neira, Sebastián Rozental, Frank Lobos y el mismo Tapia.
Pero las vueltas de la vida son interminables: gracias a su enorme pasión que le causa el fútbol, y a lo agradecido que está de la actividad, pasaron apenas seis meses y decidió volver. Palestino, el mismo equipo en el que brilló durante dos períodos –2002 y 2007– le abrió las puertas.
Ya integrado a la pretemporada del cuadro ‘árabe’, el ex delantero de Colo Colo, Católica, Perugia, Cruzeiro y Unión Española, entre otros, recuerda el momento en que decidió colgar los botines.
“Fue en el Torneo de Apertura 2008, cuando jugaba en la Católica. Se dieron algunas situaciones a las que no me voy a referir y que al final me terminaron cansando, dejándome muy saturado. Por eso pensé que debía retirarme, porque cuando tú no estás bien para jugar, es mejor dejarlo. Además, pensaba que era el momento para comenzar a dedicarme más a mi familia”, cuenta Tapia en una profunda conversación con Prensafútbol.
-¿Fue algún problema con la gente de Católica?
-No, con ellos nunca tuve problemas. De hecho aún tengo una buena relación con los dirigentes del club, que siempre me apoyaron, las dos veces que estuve allá. Con la hinchada tampoco, me entregaron mucho cariño y con mis compañeros de profesión, nunca he tenido discusiones serias.
-¿Entonces?
-Fueron situaciones puntuales, que me fueron desmotivando. Ese torneo de Apertura tuvo dos etapas para mí: Una en que jugué harto y convertí varios goles y la otra en que no jugué prácticamente nada. Eso se transformó en cansancio y al final me terminé aburriendo, hasta el punto de tomar la decisión de retirarme.
-¿Y por qué tomaste la decisión de volver?
-Lo que pasa es que en seis meses tienes mucho tiempo para pensar. Toda la gente me decía que volviera, incluso mi familia. Al principio no quería saber nada de fútbol, ni si quiera veía fútbol por televisión. Pero como gracias a Dios no tengo ninguna lesión complicada y estoy bien físicamente, empecé a dudar. Entonces lo pensé y si bien tengo 31 años, creo que todavía estoy para jugar. Me quedan un par de años para seguir y el amor por la profesión fue más fuerte.
Así se dio el retorno del ‘Tito’ a Palestino. “Tuve conversaciones con otros clubes, pero acá en Palestino no es sólo un trato dirigente jugador, sino que se da un trato entre amigos, además de que ya estuve dos veces antes y siempre me sentí a gusto. Es una institución a la que quiero mucho”, cuenta.
-¿Qué opinas del estilo de juego de Luís Mussri?
-Creo que soy un jugador que se adapta a cualquier estilo de juego, porque los imponen los jugadores que tenga el técnico. A Palestino se le fueron cuatro o cinco jugadores, pero igual creo que se jugará como el año pasado. Hay un buen equipo, con gente joven llena de ambición más los de experiencia que tienen las ganas de repetir lo que se hizo el año pasado.
-La vara está alta por el subcampeonato…
-Palestino tiene que mirar desde lo que se consiguió el torneo pasado hacia arriba. Primero que todo clasificar a los playoff y después ver las posibilidades de llegar a la final. Pero creo que es hora de que Palestino aspire a clasificar a alguna copa internacional. Tienen que llegar algunos refuerzos más, pero lo importante es que la gente que está acá está entregándose por completo para tener una buena pretemporada y así comenzar bien el año.
-¿Y qué puede aportar Héctor Tapia a ese contexto?
-Soy un jugador de experiencia, jugué en varios equipos acá en Chile y en el extranjero también. Entonces eso hay que transmitírselo a los más jóvenes y así poder guiar al grupo junto a los líderes que hay dentro del equipo. Y bueno, lo otro es tratar de aportar con una buena cuota de goles, que es lo mío…
BUSCANDO ENTRE LOS RECUERDOS...
La carrera de Héctor Tapia ha sido de un verdadero “trotamundos”. Además de lo hecho en Chile, sus goles lo llevaron a jugar en Suiza, Brasil, Francia e Italia. Lamentablemente sus campañas han sido opacadas por algunas lesiones y pasos por clubes en los que no respondió dentro de lo que esperaba.
“He tenido una carrera bastante exitosa. En Colo Colo salí campeón tres veces, con las selecciones menores pude jugar dos mundiales y estuve en el equipo que ganó medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Sydney, aunque no jugué por una lesión una semana antes”, revela.
-¿Eres un agradecido del fútbol?
-De todas maneras, y creo que eso fue lo que más me motivó a volver al fútbol. Porque creo que en mi carrera conseguí cosas importantes. Fui tres veces campeón en mi país, salí goleador del campeonato, clasifiqué a todos los torneos que participé por las selecciones menores de Chile… Pero bueno, ahora trataré de disfrutar para terminar mi carrera de la mejor manera posible y ojalá celebrar algún campeonato de aquí a lo que me quede.
-¿Y cuál fue el momento más triste?
-No se si triste, pero me desilusionó mucho mi paso por Unión Española. Estuve seis meses en el club y a penas pude hacer un gol. Al menos fue en Copa Libertadores. Quizás ese fue mi peor paso por un club. Pero de todo se aprende; yo soy un hombre optimista y creo que igual me sirvió como experiencia.
-¿Falta algo en tu carrera?
-Me faltó hacer algo más importante en el extranjero, pero por diversos motivos no se pudo. Algunas lesiones, después tuve una fuerte discusión con un técnico en el Perugia y ahí no jugué más; en Brasil lo mismo y bueno, esa sería una de las deudas que no quedaron saldadas.
-¿Y la selección?
-Con la adulta también, ya que nunca tuve mucha participación. Siento que esa es la deuda más grande que me dejó el fútbol.
COLOCOLINO, PESE A TODO
Héctor Tapia nació el 30 de septiembre de 1977 en Santiago. Desde muy pequeño le gustó jugar fútbol y fue por eso que desde los siete años formó parte de las escuelas formativas del club de sus amores, Colo-Colo. Fue en dicha institución en donde se formó como jugador y de seguro en más de algún aspecto, como persona. Su debut oficial en la primera división del fútbol chileno fue con aquella camiseta en el año 1994.
Sin embargo, hubo dos episodios que hicieron que la hinchada alba lo juzgue hasta el día de hoy: primero, en 1999, cuando tras no llegar a acuerdo económico partió a uno de los archirivales, Universidad Católica; luego en 2002, cuando nacía la quiebra de Colo Colo, tras ser por los meses veraniegos el símbolo de la campaña para salir de la crisis, se fue a Palestino tras no aceptar una baja en sus remuneraciones.
Sin embargo, su amor está con el ‘Cacique’: “Colo Colo es súper especial. Llegué a los siete años y me fui a los diecinueve o veinte. Tuve alegrías muy grandes. Jugué en el primer equipo, salí campeón por primera vez, me consolidé como jugador y salí goleador del campeonato nacional. Para mi ColoColo es mi casa e incluso estando en otros clubes, mi identificación con el club es muy grande. Tengo muchos amigos, desde la gente que arregla las canchas hasta los técnicos. Ese cariño que te entrega la gente es demasiado especial y no se puede olvidar”.
-¿Entonces es ahí donde quieres retirarte?
-Veamos como se puede ir dando eso. No tengo pensado jugar seis meses o cinco años más. Lo único que quiero ahora es disfrutar del fútbol. Y si pudiera terminar mi carrera en Colo Colo, yo feliz. Es mi casa y siempre a uno le gustaría terminar su carrera en donde lo vieron nacer como jugador.
-¿Y después del fútbol?
-Es que creo que seguiré ligado al fútbol siempre. Tengo un club en La Reina que tiene canchas de futbolito y una escuela. Cuento con un grupo de trabajo que está compuesto por ex jugadores como el “Pollo” (Leonardo) Veliz y Ariel Salas. Además, el próximo año empiezo a estudiar nuevamente en la INAF. Entonces, seguramente seguiré relacionado como técnico u otro cargo dentro de un club, pero eso depende de las pasiones que tenga uno. No se bien que cargo, pero seguiré siempre cerca del fútbol porque es mi pasión.
fuente: prensafutbol
Por Víctor Carriquiry C.
Termina el torneo de Apertura 2008. Un jugador no había tenido un buen semestre en Universidad Católica y daba a conocer una noticia sorpresiva: era Héctor Tapia, que con 30 años anunciaba su retiro del fútbol. A muchos les sorprendió el anuncio, pero él estaba seguro de su decisión.
Era el adiós de un jugador que de seguro fue ídolo y modelo a seguir para muchos niños que crecieron o vieron jugar a esa mítica selección Sub 17, tercera en el Mundial de Japón 1993. En dicha escuadra destacaron Manuel Neira, Sebastián Rozental, Frank Lobos y el mismo Tapia.
Pero las vueltas de la vida son interminables: gracias a su enorme pasión que le causa el fútbol, y a lo agradecido que está de la actividad, pasaron apenas seis meses y decidió volver. Palestino, el mismo equipo en el que brilló durante dos períodos –2002 y 2007– le abrió las puertas.
Ya integrado a la pretemporada del cuadro ‘árabe’, el ex delantero de Colo Colo, Católica, Perugia, Cruzeiro y Unión Española, entre otros, recuerda el momento en que decidió colgar los botines.
“Fue en el Torneo de Apertura 2008, cuando jugaba en la Católica. Se dieron algunas situaciones a las que no me voy a referir y que al final me terminaron cansando, dejándome muy saturado. Por eso pensé que debía retirarme, porque cuando tú no estás bien para jugar, es mejor dejarlo. Además, pensaba que era el momento para comenzar a dedicarme más a mi familia”, cuenta Tapia en una profunda conversación con Prensafútbol.
-¿Fue algún problema con la gente de Católica?
-No, con ellos nunca tuve problemas. De hecho aún tengo una buena relación con los dirigentes del club, que siempre me apoyaron, las dos veces que estuve allá. Con la hinchada tampoco, me entregaron mucho cariño y con mis compañeros de profesión, nunca he tenido discusiones serias.
-¿Entonces?
-Fueron situaciones puntuales, que me fueron desmotivando. Ese torneo de Apertura tuvo dos etapas para mí: Una en que jugué harto y convertí varios goles y la otra en que no jugué prácticamente nada. Eso se transformó en cansancio y al final me terminé aburriendo, hasta el punto de tomar la decisión de retirarme.
-¿Y por qué tomaste la decisión de volver?
-Lo que pasa es que en seis meses tienes mucho tiempo para pensar. Toda la gente me decía que volviera, incluso mi familia. Al principio no quería saber nada de fútbol, ni si quiera veía fútbol por televisión. Pero como gracias a Dios no tengo ninguna lesión complicada y estoy bien físicamente, empecé a dudar. Entonces lo pensé y si bien tengo 31 años, creo que todavía estoy para jugar. Me quedan un par de años para seguir y el amor por la profesión fue más fuerte.
Así se dio el retorno del ‘Tito’ a Palestino. “Tuve conversaciones con otros clubes, pero acá en Palestino no es sólo un trato dirigente jugador, sino que se da un trato entre amigos, además de que ya estuve dos veces antes y siempre me sentí a gusto. Es una institución a la que quiero mucho”, cuenta.
-¿Qué opinas del estilo de juego de Luís Mussri?
-Creo que soy un jugador que se adapta a cualquier estilo de juego, porque los imponen los jugadores que tenga el técnico. A Palestino se le fueron cuatro o cinco jugadores, pero igual creo que se jugará como el año pasado. Hay un buen equipo, con gente joven llena de ambición más los de experiencia que tienen las ganas de repetir lo que se hizo el año pasado.
-La vara está alta por el subcampeonato…
-Palestino tiene que mirar desde lo que se consiguió el torneo pasado hacia arriba. Primero que todo clasificar a los playoff y después ver las posibilidades de llegar a la final. Pero creo que es hora de que Palestino aspire a clasificar a alguna copa internacional. Tienen que llegar algunos refuerzos más, pero lo importante es que la gente que está acá está entregándose por completo para tener una buena pretemporada y así comenzar bien el año.
-¿Y qué puede aportar Héctor Tapia a ese contexto?
-Soy un jugador de experiencia, jugué en varios equipos acá en Chile y en el extranjero también. Entonces eso hay que transmitírselo a los más jóvenes y así poder guiar al grupo junto a los líderes que hay dentro del equipo. Y bueno, lo otro es tratar de aportar con una buena cuota de goles, que es lo mío…
BUSCANDO ENTRE LOS RECUERDOS...
La carrera de Héctor Tapia ha sido de un verdadero “trotamundos”. Además de lo hecho en Chile, sus goles lo llevaron a jugar en Suiza, Brasil, Francia e Italia. Lamentablemente sus campañas han sido opacadas por algunas lesiones y pasos por clubes en los que no respondió dentro de lo que esperaba.
“He tenido una carrera bastante exitosa. En Colo Colo salí campeón tres veces, con las selecciones menores pude jugar dos mundiales y estuve en el equipo que ganó medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Sydney, aunque no jugué por una lesión una semana antes”, revela.
-¿Eres un agradecido del fútbol?
-De todas maneras, y creo que eso fue lo que más me motivó a volver al fútbol. Porque creo que en mi carrera conseguí cosas importantes. Fui tres veces campeón en mi país, salí goleador del campeonato, clasifiqué a todos los torneos que participé por las selecciones menores de Chile… Pero bueno, ahora trataré de disfrutar para terminar mi carrera de la mejor manera posible y ojalá celebrar algún campeonato de aquí a lo que me quede.
-¿Y cuál fue el momento más triste?
-No se si triste, pero me desilusionó mucho mi paso por Unión Española. Estuve seis meses en el club y a penas pude hacer un gol. Al menos fue en Copa Libertadores. Quizás ese fue mi peor paso por un club. Pero de todo se aprende; yo soy un hombre optimista y creo que igual me sirvió como experiencia.
-¿Falta algo en tu carrera?
-Me faltó hacer algo más importante en el extranjero, pero por diversos motivos no se pudo. Algunas lesiones, después tuve una fuerte discusión con un técnico en el Perugia y ahí no jugué más; en Brasil lo mismo y bueno, esa sería una de las deudas que no quedaron saldadas.
-¿Y la selección?
-Con la adulta también, ya que nunca tuve mucha participación. Siento que esa es la deuda más grande que me dejó el fútbol.
COLOCOLINO, PESE A TODO
Héctor Tapia nació el 30 de septiembre de 1977 en Santiago. Desde muy pequeño le gustó jugar fútbol y fue por eso que desde los siete años formó parte de las escuelas formativas del club de sus amores, Colo-Colo. Fue en dicha institución en donde se formó como jugador y de seguro en más de algún aspecto, como persona. Su debut oficial en la primera división del fútbol chileno fue con aquella camiseta en el año 1994.
Sin embargo, hubo dos episodios que hicieron que la hinchada alba lo juzgue hasta el día de hoy: primero, en 1999, cuando tras no llegar a acuerdo económico partió a uno de los archirivales, Universidad Católica; luego en 2002, cuando nacía la quiebra de Colo Colo, tras ser por los meses veraniegos el símbolo de la campaña para salir de la crisis, se fue a Palestino tras no aceptar una baja en sus remuneraciones.
Sin embargo, su amor está con el ‘Cacique’: “Colo Colo es súper especial. Llegué a los siete años y me fui a los diecinueve o veinte. Tuve alegrías muy grandes. Jugué en el primer equipo, salí campeón por primera vez, me consolidé como jugador y salí goleador del campeonato nacional. Para mi ColoColo es mi casa e incluso estando en otros clubes, mi identificación con el club es muy grande. Tengo muchos amigos, desde la gente que arregla las canchas hasta los técnicos. Ese cariño que te entrega la gente es demasiado especial y no se puede olvidar”.
-¿Entonces es ahí donde quieres retirarte?
-Veamos como se puede ir dando eso. No tengo pensado jugar seis meses o cinco años más. Lo único que quiero ahora es disfrutar del fútbol. Y si pudiera terminar mi carrera en Colo Colo, yo feliz. Es mi casa y siempre a uno le gustaría terminar su carrera en donde lo vieron nacer como jugador.
-¿Y después del fútbol?
-Es que creo que seguiré ligado al fútbol siempre. Tengo un club en La Reina que tiene canchas de futbolito y una escuela. Cuento con un grupo de trabajo que está compuesto por ex jugadores como el “Pollo” (Leonardo) Veliz y Ariel Salas. Además, el próximo año empiezo a estudiar nuevamente en la INAF. Entonces, seguramente seguiré relacionado como técnico u otro cargo dentro de un club, pero eso depende de las pasiones que tenga uno. No se bien que cargo, pero seguiré siempre cerca del fútbol porque es mi pasión.
fuente: prensafutbol
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Futbol Chileno en General